FONDO DE AYUDA SOLIDARIA A LA REPÚBLICA DE CHILE
(Expediente D-053/10 – Proyecto 6697)
Sra. PECHEN (Presidenta): Diputado Baum, tiene la palabra.
Sr. BAUM (SyC): Es muy difícil describir con palabras el horror que ha tenido que vivir la hermana República de Chile durante los terremotos y tsunamis que asolaron buena parte de su territorio, especialmente, aquellas regiones que limitan geográficamente con la provincia del Neuquén.
Sin lugar a dudas lo más doloroso de todo es el trágico saldo de muertos; en este momento, desgraciadamente, el número de esta tragedia se está acercando a ochocientas personas fallecidas, sin tener en cuenta un número importante de desaparecidos. Al tremendo dolor de la irreparable pérdida de vidas, se suma todo tipo de pérdidas materiales pero tal vez la más sentida para la familia chilena, es la pérdida de sus viviendas. Para poder visualizar la magnitud de esta catástrofe debemos decir que sólo en la región del Bio Bio el terremoto destruyó totalmente más de siete mil viviendas y que ochenta mil viviendas fueron seriamente dañadas. Este cuadro devastador incluyó la destrucción de escuelas, colegios, centros de salud, hospitales, iglesias, edificios públicos. En la mayoría de los centros educativos de esta región no se puede dar clases porque se pondría en peligro, en muchos casos, la vida de los chicos; sólo un diez por ciento de los alumnos que componen la matrícula escolar del corriente año pueden concurrir a sus escuelas, el resto, cerca de novecientos mil niños, deberán esperar que se vayan reconstruyendo, o reparando sus escuelas para poder volver. Este verdadero desastre se agiganta considerablemente si se tiene en cuenta que cayeron líneas eléctricas, se rompieron carreteras y puentes y que en la mayoría de los barrios o asentamientos urbanos deben repararse o reconstruirse las redes de infraestructura de agua, de gas y de electricidad.
Frente a este cuadro aterrador sólo cabe nuestra solidaridad. Juan XXIII decía: que “la humanidad es una única y sola familia y que la solidaridad entre las naciones es una verdad de siempre.” Cuánto más, señora presidenta, cuánto más si una parte de esa humanidad constituida por los hermanos chilenos vive en una región pegada a la nuestra, pegada a nuestra provincia, en un lugar tan cerca nuestro que los temblores de su terremoto se sintieron también en muchas localidades de nuestra provincia. Reflexionando esta noche, debo decir, que por sobre todas las cosas la solidaridad es un valor humano que nace como un sentimiento ante dificultades de otros y que se expresa con acciones y obras concretas. Para ser más preciso, debo decir que la solidaridad nace, fundamentalmente, como un buen sentimiento ante el dolor de otros y que se canaliza a través de una buena acción a favor de quienes sufren. Gioconda Belli, aquella poeta y novelista nicaragüense que compartió junto a Ernesto Cardenal y Claribel Alegría el Movimiento de Renovación y Compromiso de la Poesía en Nicaragua, sintetizó lo que es la solidaridad con esa capacidad tan especial que tiene la mujer para expresar un sentimiento; dijo textualmente: (...) “La solidaridad es la ternura de los pueblos”.
Por eso digo, señora presidenta, tomando esa extraordinaria definición de Gioconda Belli, ¿cómo no nos vamos a enternecer ante el sufrimiento y el dolor del hermano pueblo chileno? En relación a ello, también debo decir que siento orgullo como argentino, por todo lo que se está respondiendo desde distintos lugares de nuestro país, con todo tipo de ayuda, para que nuestros hermanos chilenos puedan sobrellevar estos difíciles momentos.
En esta misma Legislatura, en la sesión pasada, hemos aprobado ya tres proyectos: uno de ley que presentó el Poder Ejecutivo provincial, por el cual se aprobó una ayuda de dos millones de pesos; otro de resolución, autorizando a esta Honorable Legislatura Provincial a otorgar una ayuda en materiales por doscientos cincuenta mil pesos; y un tercer proyecto, consistente en una declaración expresando la solidaridad del pueblo neuquino ante tanto dolor.
Queda a mi entender, señora presidenta, acompañar también -quienes tenemos la suerte de tener un trabajo en relación de dependencia en el sector público provincial-, de sumar con nuestra solidaridad, proponiendo con este proyecto crear un mecanismo que facilite el poder hacerlo, el poder concretar esa solidaridad personal al momento de cobrar nuestros salarios y -poder con ello- tener la posibilidad de contribuir voluntariamente en la ayuda del hermano país trasandino.
En el proyecto de ley se establece un aporte voluntario que va de veinte a doscientos pesos y con el que cada uno que quiera expresar su solidaridad personal de manera voluntaria, aceptando contribuir firmando una autorización en el momento en que vamos a cobrar nuestros respectivos salarios. Con todo ello se constituirá un fondo que estará destinado a la compra de materiales producidos en nuestra provincia, principalmente cemento, ladrillo, cerámicos y bueno todos aquellos otros materiales e insumos de la construcción que se produzcan en Neuquén y que se necesite en Chile. Se crea también una comisión de control que estará integrada por un dirigente de cada sindicato o gremio estatal que desee participar de esta campaña de solidaridad y por dos diputados a designarse por esta Honorable Legislatura Provincial. Esta comisión tendrá como función auditar las compras de materiales y acompañar al gobierno provincial en la entrega de los mismos.
Finalmente, este proyecto establece que la articulación de esta ayuda con el hermano país se realice a través del Consulado de Chile con asiento en la ciudad de Neuquén.
Sólo me resta, señora presidenta, solicitar la aprobación de este proyecto de ley.
Muchas gracias.
Sra. PECHEN (Presidenta): Gracias, diputado.
Está a consideración, entonces, de los diputados la aprobación de este proyecto de ley para su tratamiento en general.
Los que estén por la afirmativa.
Resulta aprobado.
La actividad es organizada por los diputados provinciales Daniel Baum, de Servicio y Comunidad, y Carlos Sánchez, de Apertura Popular.
